Paz A Vosotros (ePub)

Vi un documental en el que un neurocirujano perforó el cráneo de un hombre y, usando instrumentos de vanguardia, penetró el cerebro del hombre unos 3.8 cm con el fin de extirparle células cancerosas. Como cualquier persona, me quedé estupefacto: 'El milagro de la medicina', pensé. Más tarde, cuando escribí uno de mis libros de aventuras espaciales: Luz Primera / La Segunda Expedición, se me ocurrió darles más poderes a los personajes de dicho libro. Uno de esos poderes les permitía ver las capas de cualquier superficie como las imágenes por resonancia magnética actuales.
Un día me pregunté: «¿Podría ser esta técnica similar a la utilizada por los ángeles para colocar un óvulo fertilizado en el cuerpo de la Virgen María?» Si nosotros podemos sacar células ubicadas en lo hondo de nuestro cuerpo, ¿por qué no podrán los ángeles colocar un óvulo fertilizado en una mujer? La inseminación artificial es común actualmente. Si es así, nuestro Señor Jesucristo es, sin lugar a dudas, un ser divino.
Usando una técnica similar a las actuales, los ángeles pudieron haber colocado un óvulo fertilizado en el vientre de la Virgen María sin tener que quitarle prenda alguna. Ella pudo recibir el trasplante mientras dormía.
En este libro, revisé los cuatro Evangelios para validar el párrafo anterior. Lo primero que había que hacer era «decirle a la Virgen María» que estaba embarazada. Ahí mismo, hallamos otro punto interesante: «Se le dijo que ella iba a tener un HIJO». Hasta hace poco nos era difícil saber el sexo del futuro bebé. El segundo punto fue: «¿Cómo se lo decimos a su esposo?» Piénselo. Se lo dijeron en un sueño, tal vez un sueño lúcido. A partir de ahí, el libro está lleno de instancias halladas en los Evangelios que señalan directamente a un Ser Divino, y como tal, deduje que nuestro Señor Jesucristo no murió en la cruz. Es una lectura interesante.